El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado el fin de todas las negociaciones comerciales con Canadá, como respuesta directa a la implementación de un impuesto digital que afecta a grandes empresas tecnológicas estadounidenses como Amazon, Google, Meta y Apple.
Trump comunicó la decisión a través de su red social Truth, calificando el impuesto como un "ataque directo y flagrante" contra su país. Además, adelantó que en los próximos siete días se impondrán nuevos aranceles a Canadá con el fin de continuar los negocios con Estados Unidos.
“En Canadá es muy difícil comerciar”, afirmó Trump, señalando además que el país vecino ha impuesto aranceles de hasta el 400% a productos lácteos provenientes de agricultores estadounidenses durante años. También acusó a Canadá de imitar a la Unión Europea, que recientemente adoptó una política fiscal similar.
El conflicto surge tras las declaraciones del ministro de Finanzas canadiense, François-Philippe Champagne, quien reiteró que el impuesto digital del 3% sobre los ingresos por servicios digitales a residentes canadienses sigue en vigor. El gravamen se aplica de forma retroactiva desde 2022, y las grandes tecnológicas debían realizar su primer pago este 30 de junio.
Esta tasa afecta a compañías con ingresos digitales superiores a 20 millones de dólares en Canadá y fue uno de los temas centrales en las conversaciones con la administración estadounidense, que tenía como fecha límite el 9 de julio. No obstante, Trump ya había insinuado que esa fecha podía modificarse a discreción.
Mientras tanto, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, anunció recientemente que Estados Unidos alcanzó un acuerdo con el G7 para evitar que sus empresas paguen el 15% de impuestos estipulados en el Acuerdo Fiscal Global de la OCDE. La intención del país es extender este acuerdo al G20 en las próximas semanas.
Cabe destacar que Canadá es el segundo socio comercial más importante de Estados Unidos, con más de 762 mil millones de dólares en comercio bilateral durante el último año. Esta ruptura marca un punto de tensión clave entre ambos países, justo en un momento en que el escenario fiscal y comercial internacional se encuentra en plena transformación.