El mundo de la infraestructura hoy le ha dicho next a Hidalgo. La empresa ferroviaria Alstom, instalada en Ciudad Sahagún, Tepeapulco, declinó participar en la licitación para fabricar los 15 trenes de pasajeros que formarán parte del ambicioso proyecto del Tren México–Pachuca.
La decisión sorprendió a más de uno, pues Ciudad Sahagún es reconocida como cuna de la industria ferroviaria en México, y este contrato representaba una oportunidad histórica para impulsar la economía regional y reafirmar la tradición de fabricar trenes en territorio hidalguense.
¿Qué ocurrió con Alstom?
Mediante una carta enviada a la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario, la compañía francesa explicó que, tras un análisis detallado de la convocatoria, las condiciones de la licitación no permitían presentar una propuesta adecuada. Con esto, Hidalgo queda fuera de la jugada y sin posibilidad de participar en la construcción de los vagones para esta línea.

Los nuevos protagonistas
Tras la salida de Alstom, el camino queda abierto para dos empresas:
- CAF México, que presentó una propuesta por 9 mil 891 millones 248 mil 072.38 pesos.
- CRRC Zhuzhou Locomotive, de origen chino, cuya oferta fue de 5 mil 846 millones 410 mil 431.88 pesos.
Ambas compañías mantienen la competencia por adjudicarse el contrato y marcar el rumbo del proyecto ferroviario.
Lo que representa para Hidalgo
La declinación no solo deja a la región sin participación en un proyecto emblemático, también genera dudas sobre el futuro de la industria ferroviaria en Ciudad Sahagún, históricamente vinculada a la construcción de trenes. Para los especialistas, la ausencia de Alstom significa perder empleos potenciales y una derrama económica importante.
El Tren México–Pachuca busca conectar de forma rápida y moderna la capital del país con la capital hidalguense, uniendo a miles de personas a diario. Sin embargo, el gran sueño ferroviario no contará con la aportación de Hidalgo en la fabricación de sus vagones.