El Museo Nacional de la Estampa (Munae) abre sus puertas a una muestra dedicada a Leopoldo Méndez, uno de los máximos exponentes del grabado en México y figura clave en el arte con compromiso social. La exposición, que podrá visitarse a partir del 16 de agosto, reúne 48 obras originales que revelan cómo el artista convirtió la estampa en un instrumento de denuncia y reflexión política.
Méndez (Ciudad de México, 1902-1969) fue cofundador del Taller de Gráfica Popular (TGP), colectivo creado en 1937 junto con Pablo O’Higgins y Luis Arenal, que defendió la gráfica como herramienta de lucha social y de solidaridad con las causas populares. Desde su trinchera artística, el grabador combatió con imágenes al fascismo, al militarismo y a la represión. Creó piezas que circularon en periódicos, carteles, volantes y portadas de libros y películas.

Con una producción que supera los 700 grabados, ilustró publicaciones de vanguardia como Irradiador y Horizonte, y desarrolló campañas visuales durante la Guerra Cristera, así como series inspiradas en la Revolución Mexicana. Su estilo, caracterizado por la fuerza expresiva y el uso de contrastes dramáticos, buscó siempre impactar al espectador y generar conciencia colectiva.
A pesar de su relevancia, su figura permaneció por décadas en un segundo plano, en parte por su modestia y por su decisión de priorizar la obra sobre el nombre del autor. Hoy, el Munae reivindica su legado y recuerda que, más allá de su valor estético, sus grabados siguen siendo testimonios vigentes de lucha social.
La exposición forma parte de los esfuerzos del museo por destacar el papel de la gráfica en la historia cultural del país y se complementa con charlas, recorridos guiados y actividades educativas para todo público.