El Museo Nacional del Prado celebra una nueva etapa con la reapertura de su emblemática Galería Central, tras una intervención que fusiona historia y color para resaltar lo esencial de su colección.
Durante las últimas semanas los equipos técnicos y de restauración trabajaron en una renovación cromática profunda del espacio, dotándolo de un tono azul pensado para dialogar con la arquitectura original de Villanueva y con las grandes obras que alberga. Las piezas de Tiziano, Tintoretto, Veronés, Rubens y otros maestros encuentran ahora un contexto visual revitalizado que enfatiza su riqueza cromática.

Una de las intervenciones más destacadas ha sido la incorporación de las esculturas en relieve de los Leoni: las figuras del emperador Carlos V y de la emperatriz Isabel de Portugal han sido reinstaladas con criterios museográficos actualizados. También se renovaron las cartelas, las peanas y las catenarias, además de optimizarse la iluminación para una experiencia más armónica.
La Galería Central —abierta desde 1821— es considerada la columna vertebral del Prado. Su aspecto ha cambiado varias veces a lo largo de dos siglos, y refleja las sensibilidades estéticas de cada era. En esta ocasión, el azul elegido no es casual: tiene raíces históricas en la tradición europea de pintura (usado por Velázquez, Murillo, Tiziano, entre otros) y ya había funcionado con éxito en exposiciones recientes como “El Greco. Santo Domingo el Antiguo”.
La intervención se realizó en dos fases durante septiembre y octubre de 2025. Con esta actualización museográfica, el Prado no solo embellece su espacio más representativo, sino que busca renovar la manera en que los visitantes viven el arte dentro de sus salas.