Después de tres años de retiro, Manuel “Supermán” Vázquez está de vuelta en los cuadriláteros y no lo hace en cualquier pelea. El próximo 2 de agosto, el pugilista mexicano contenderá por el campeonato mundial welter de la AMB en Caracas, Venezuela, una pelea que podría marcar un nuevo capítulo en su carrera y en el boxeo nacional.
El combate se llevará a cabo en el hotel Tamanacua, con invitados de lujo como Jorge Linares “El Niño de Oro”, Emmanuel “Vaquero” Navarrete y Jorge “El Travieso” Arce. Pero los reflectores también estarán sobre el mexicano que, tras una pausa obligada por temas personales, regresa con más hambre que nunca.
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“Voy dispuesto a traerme ese título; es algo personal. Estoy arropado por un gran equipo: mis entrenadores, los hermanos Marco y Jorge Barrera, leyendas del boxeo mexicano, y mi padrino Ignacio Michell Ontiveros”, declara Vázquez.
De los negocios al ring
Durante su retiro, Manuel no se quedó quieto: junto a su mejor amigo, emprendió un negocio de chiles secos y semillas, lo que le permitió estabilizarse económicamente y prepararse con disciplina absoluta para su regreso. Hoy, con una preparación integral —nutriólogo, chef, preparador físico, médicos y entrenadores— se alista para pelear al más alto nivel.
“Esto es algo que yo busqué. Nadie me lo dio. Ahora voy como mi propio jefe, y quiero que me volteen a ver otras asociaciones internacionales”, señala.
Nuevas peleas, nuevos retos
El amor de Vázquez por el boxeo va más allá del ring tradicional. El atleta —que en su infancia fue patinador olímpico— se prepara también para representar a México en torneos de IceFightRusia, donde se pelea sobre patines, y en la BKFC, la liga internacional de nudillos desnudos, lo que demuestra su compromiso con la evolución del deporte.
“El boxeo me reta, me disciplina, me hace sentir vivo. No me gusta estudiar mucho al rival; prefiero enfrentarlo cara a cara y descubrir su estilo con el primer golpe. A eso vengo: a pelear y a ganar”, concluye.