La edición 2025 de Miss Universe volvió a colocarse en el centro de la controversia luego de que Olivia Yacé —representante de Costa de Marfil y cuarta finalista del certamen— anunciara oficialmente su renuncia al título de Miss Universe África & Oceanía 2025, un reconocimiento que había recibido apenas días antes.
La noticia fue confirmada por la propia Yacé a través de sus redes sociales y más tarde respaldada por el Comité Miss Côte d’Ivoire, que comunicó su salida “por razones personales”.

Un mensaje contundente
En su comunicado, Yacé expresó que la decisión responde a la necesidad de mantenerse fiel a sus valores y a la visión que tiene de su trayectoria. Hizo énfasis en principios como respeto, dignidad, excelencia e igualdad de oportunidades, y dejó entrever que su papel dentro del certamen ya no correspondía con esas convicciones.
Aseguró que alejarse del “rol reducido” que representaba el título continental le permitirá concentrar sus esfuerzos en causas que impulsen la representación y la participación de comunidades africanas, negras, caribeñas y afrodescendientes, a quienes invitó a ocupar espacios en los que históricamente no han sido vistas.
Una renuncia en un momento tenso
La salida de Yacé llega en medio de un ambiente ya cargado de críticas hacia Miss Universe 2025. Tras la final del certamen, diversos medios internacionales han reportado acusaciones de manipulación y falta de transparencia, lo que ha puesto en duda aspectos clave del proceso de selección y los resultados.
Aunque Olivia no señaló directamente estas controversias como motivo de su renuncia, su decisión ha alimentado la sospecha de que el clima interno del concurso podría haber influido en su salida.

Reacciones y futuro incierto
La renuncia ha generado un impacto significativo en la comunidad internacional de seguidores de concursos de belleza, especialmente en África, donde Yacé es una de las figuras más queridas y reconocidas. La organización Miss Universe África & Oceanía no ha anunciado, hasta el momento, quién ocupará su lugar ni qué implicaciones tendrá la devolución de la banda que Costa de Marfil ya confirmó.
Mientras tanto, la conversación pública continúa creciendo, no solo por la figura de Yacé, sino también por el debate que reabre sobre la pertinencia, visión y estructura del certamen Miss Universe en un contexto global cada vez más exigente en términos de ética y representatividad.






