El reconocido cineasta mexicano Manolo Caro sorprendió este lunes 30 de junio a sus seguidores con una de las noticias más emotivas de su vida personal: ¡ya es papá! A través de su cuenta oficial de Instagram, el creador de La Casa de las Flores compartió una tierna fotografía en blanco y negro donde aparece sosteniendo la pequeña mano de su bebé, acompañada del mensaje: “Soy el hombre más feliz del mundo”.
Un sueño hecho realidad
Hace apenas unos meses, en el podcast Se Regalan Dudas, Caro compartió abiertamente su deseo de convertirse en padre, una vocación que describió como “la más sagrada”. A pesar de no estar en pareja actualmente, decidió iniciar este proceso en solitario, enfrentando miedos y reflexiones profundas sobre la educación, la espiritualidad y la libertad de pensamiento que desea transmitirle a su hijo.
“Decidí empezar un proceso en solitario y he descubierto muchísimas cosas de mí”, explicó entonces.
Una paternidad valiente y consciente
Manolo habló también sobre los retos de ser padre siendo ateo, en una familia con diversas creencias religiosas, y sobre cómo espera que su hijo tenga la libertad de conocer el mundo y tomar sus propias decisiones:
“Tal vez todo lo que yo he decidido no tiene que ser, por ende, lo mismo que él vaya a decidir.”

Esta nueva etapa marca no solo un hito personal, sino también un giro emocional en la vida del director que ha conquistado al público con sus relatos sinceros, coloridos y profundamente humanos.
¿Quién es Manolo Caro?
Nacido en Guadalajara en 1984, Manolo Caro inició su carrera como arquitecto, pero pronto encontró su verdadera vocación en el cine y la televisión. Su primer gran éxito llegó con No sé si cortarme las venas o dejármelas largas, seguido por títulos como La vida inmoral de la pareja ideal, Perfectos desconocidos y por supuesto, la serie La Casa de las Flores, que lo posicionó como uno de los creadores más influyentes del entretenimiento latino.
Desde 2019 colabora estrechamente con Netflix, con proyectos como Alguien tiene que morir, Érase una vez... pero ya no y Serpientes y escaleras.
Hoy, más allá de sus logros en la industria, Manolo celebra el papel más importante de su vida: ser papá.