La Universidad Nacional Autónoma de México conmemoró este agosto el XV aniversario luctuoso de Carlos Monsiváis, uno de los cronistas más influyentes de México, reconocido por su aguda mirada crítica sobre la política, la cultura popular, la literatura y los movimientos sociales.
Carlos Monsiváis es autor de obras como Días de guardar y Amor perdido, fue un escritor, periodista y ensayista que retrató como pocos las transformaciones del país en la segunda mitad del siglo XX, convirtiéndose en una voz imprescindible para entender la identidad mexicana contemporánea.

El homenaje se realizó en la Sala que lleva su nombre, ubicada en el Centro Cultural Universitario. Durante el acto se presentó el libro Nostalgia de Monsiváis, coordinado por Marta Lamas y Rodrigo Parrini, surgido de una inquietud compartida: muchos jóvenes desconocían quién fue Monsiváis. Esta obra reúne recuerdos, anécdotas y reflexiones de quienes lo conocieron o admiraron su obra, se apostó por relatos cercanos en lugar de ensayos académicos.

Además, como tributo a su pasión por el cine, se proyectó la emblemática película Los Caifanes (1967), en la que aparece el cronista.
Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, destacó cómo Monsiváis encarnó la UNAM misma: un espacio de efervescencia intelectual y social. Capturó con su pluma momentos clave, desde el movimiento estudiantil de 1968 hasta las huelgas de finales de los 90, convirtiendo su crónica en una herramienta de análisis profundo sobre identidad, libertad de expresión y la función pública de la universidad.
El homenaje también recordó otros gestos institucionales: en 2012 se le otorgó un doctorado honoris causa de manera póstuma, y la universidad nombró una sala de cine en su honor. Además, parte de su archivo personal permanece resguardado en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, legado accesible para futuras generaciones.
Con este tributo, la UNAM reafirma que, aunque Monsiváis ya no esté, su espíritu crítico, su ironía y su compromiso con la cultura mexicana siguen vivos, evocándolo como una presencia central para entender la realidad académica y social del país.