Cada año, El Buen Fin ofrece una ventana para encontrar descuentos, meses sin intereses y promociones que parecieran muy atractivas. No obstante, la clave está en separar las verdaderas oportunidades de los gastos innecesarios. Aquí te contamos qué vale la pena comprar y qué mejor dejar para otro momento.

Sí deberías comprar
Bienes duraderos con valor real: Las entidades como Condusef señalan que al comprar a meses sin intereses lo recomendable es optar por productos cuya vida útil supere ampliamente el plazo del financiamiento.
- Aparatos electrónicos esenciales (si realmente los necesitas y ya comparaste precios).
- Electrodomésticos que vas a usar a largo plazo.
- Servicios o experiencias que habitualmente pagarías y que están con descuento real.
- Compras que ya habías planeado y presupuestado: “solo compra lo que ya tenías planeado”, según fuentes de BBVA.
- Promociones en experiencias o actividades, si tu presupuesto lo permite: no todo se trata de objetos.
No conviene comprar
Gastos impulsivos, moda pasajera o productos sin comparativo:
- No compres solo porque “está barato” sin verificar primero el precio habitual: muchas ofertas aparentes esconden un aumento previo del costo base.
- No adquieras bienes de consumo rápido o de baja durabilidad con meses sin intereses: la Condusef advierte sobre comprar deudas por algo que no te durará.
- Evita caer en la tentación de gastar más de lo que tu presupuesto puede manejar: planificar es esencial.
- No compres en tiendas o sitios de dudosa reputación: verifica que el comercio sea formal, que la página web sea segura y que las políticas de devolución estén claras.
Cómo prepararte para comprar bien
- Establece un presupuesto claro antes de que inicie el evento. Divide tu gasto entre lo que necesitas, lo que deseas y lo que puedes ahorrar. 1
- Compara precios unos días antes: así reconocerás si de verdad hay un descuento.
- Verifica los términos de la promoción: meses sin intereses, devolución, garantía, etc.
- Compra solo lo que ya habías decidido, no lo que se atraviese por impulso.
El Buen Fin puede ser una excelente oportunidad para mejorar tu vida cotidiana, obtener bienes que necesitas o invertir en experiencias que valen la pena. Pero también puede convertirse en una trampa financiera si compras sin control, sin necesidad real o sin verificar las condiciones. Elegir bien y con conciencia hace la diferencia entre una buena oferta y un mal gasto.






