Sergio “Checo” Pérez retomó el volante de un auto de Fórmula 1 después de casi un año. El piloto mexicano probó un Ferrari 2023 en el legendario circuito Enzo e Dino Ferrari de Imola, como parte del programa de preparación del nuevo equipo Cadillac.
Aunque Cadillac aún no posee un monoplaza propio, la escudería debutará la próxima temporada como el undécimo equipo de Fórmula 1, con motores Ferrari y una dupla conformada por Checo Pérez y el finlandés Valtteri Bottas.
Las imágenes difundidas en redes revelaron un auto completamente negro sin logos, pilotado por Pérez con un traje ignífugo y casco a juego. Esta sesión marcó su regreso tras su última carrera con Red Bull en diciembre de 2024.
Pérez explicó a Reuters que esta prueba resultó clave para afinar procedimientos, afinar el simulador y consolidar la comunicación con el nuevo equipo.
“Es el momento ideal para reunirnos con los ingenieros y mecánicos, empezar a hablar el mismo idioma”, afirmó el mexicano. Incluso bromeó sobre la exigencia física: “Tengo curiosidad por saber cuántas vueltas resistirá mi cuello antes de destrozarse”.

Por su parte, Bottas, también de 35 años y ganador de múltiples carreras, se mantiene como piloto reserva de Mercedes tras su salida de Sauber, aunque su experiencia suma valor a la nueva estructura.
Entre ambos pilotos acumulan 527 salidas y 16 victorias en grandes premios. Pérez, descartado por Red Bull a finales de 2023, acumula 39 podios y confía en alcanzar el número 40. “Realmente lo creo. He estado en el podio con todos los equipos para los que he pilotado, excepto McLaren”, comentó desde la fábrica de Cadillac en Silverstone antes de viajar a Italia.
Con el respaldo de General Motors, el equipo estadounidense entra a la Fórmula 1 con una base financiera sólida y personal altamente capacitado, decidido a competir desde el primer día.






