Después de casi seis años de lucha, Taylor Swift ha logrado lo impensable: recuperar el control total de su catálogo musical, el mismo que dio forma a su carrera y marcó a millones de fans en todo el mundo.

La cantante estadounidense hizo el emotivo anuncio este viernes a través de una carta publicada en su página web, en la que confesó estar “rompiendo en llanto de alegría” por la noticia.

“Toda la música que he hecho... ahora me pertenece... a mí”, escribió Swift, en lo que calificó como el “mayor sueño hecho realidad”.

El camino no fue fácil. Todo comenzó en 2019, cuando el productor Scooter Braun adquirió Big Machine Label Group, sello que poseía los másteres de los primeros seis álbumes de Taylor. A Swift se le negó la oportunidad de comprarlos directamente, por lo que optó por un plan valiente: regrabar su música y lanzar las llamadas Taylor’s Version.

Esa decisión, sumada al arrollador éxito de su gira The Eras Tour (2023-2024), que recaudó más de 2,000 millones de dólares, fue clave para que pudiera recomprar sus canciones. La artista agradeció profundamente a sus fans, quienes apoyaron masivamente los relanzamientos y la gira.

La oportunidad de recuperación llegó gracias a Shamrock Capital, empresa que compró el catálogo a Braun en 2020 y, según Swift, negoció de forma justa, respetuosa y transparente.

“Sentí que lo veían como lo que era para mí: mis recuerdos, mi sudor, mi caligrafía y mis décadas de sueños”, concluyó.

Con esta victoria, Taylor Swift no solo recupera su legado, también sienta un precedente en la industria musical sobre el poder de los artistas y la fidelidad de sus seguidores.