El reiki es una técnica japonesa de sanación energética que busca equilibrar el cuerpo, la mente y las emociones. Su práctica se basa en la transmisión de energía a través de las manos para liberar bloqueos y restaurar el bienestar.
A diferencia de otras terapias, el reiki no requiere contacto físico. El practicante canaliza energía hacia la persona, promoviendo una sensación de paz profunda. Se ha utilizado para aliviar el estrés, mejorar el sueño y acompañar tratamientos médicos.
Aunque su eficacia aún se estudia en ámbitos científicos, miles de personas en todo el mundo reportan beneficios reales. Al practicarlo con regularidad, es posible reducir la ansiedad, aumentar la concentración y fortalecer la conexión interior.
El reiki no reemplaza la medicina, pero sí complementa. Representa una invitación a reconectar con uno mismo en un mundo que rara vez se detiene.