La llamada “joya arquitectónica” del sur de la Ciudad de México, Plaza Mítikah, volvió a estar en el centro de la conversación… y no precisamente por sus boutiques de lujo o su imponente torre. Esta vez, el motivo es la suspensión total de actividades en el complejo después del desplome de uno de sus elevadores, incidente que dejó dos personas lesionadas y encendió las alarmas sobre la seguridad en este icónico punto comercial.

El alcalde de Benito Juárez, Luis Mendoza, confirmó que el cierre se mantendrá hasta que se subsanen las fallas que provocaron el accidente y se realicen las investigaciones correspondientes para determinar si se fincarán cargos por lesiones culposas. “Ambos lesionados tendrán todo el apoyo que necesiten por parte de la alcaldía”, aseguró.

El accidente que paralizó la torre más alta de la CDMX

La noche del incidente, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) recibió el reporte de un “problema con un elevador” en el centro comercial ubicado en avenida Real de Mayorazgo y calle San Felipe, colonia Xoco. Paramédicos de Protección Civil atendieron a un hombre de 47 años y a una mujer de 60, quienes presentaban lesiones en cabeza y cervicales. Fueron trasladados a un hospital, donde se reportan estables.

Sin embargo, versiones de testigos y de familiares de las víctimas confirman que no se trató de un simple malfuncionamiento: el elevador habría caído escalonadamente desde planta baja hasta el sótano 7. En redes sociales, el hijo de una de las lesionadas denunció que el incidente duró varios minutos y que no hubo una reacción inmediata del personal para auxiliar a quienes estaban atrapados.

Lujo, polémicas y ahora… un cierre indefinido

Plaza Mítikah ha sido promocionada como el centro comercial más lujoso de la CDMX y, aunque esta afirmación ha sido debatida, no cabe duda de que su torre es la más alta de la ciudad. Desde su planeación, el proyecto ha enfrentado críticas por su impacto urbano, conflictos con vecinos y ahora, un golpe a su reputación por cuestiones de seguridad.

La suspensión de actividades se mantendrá hasta nuevo aviso, dejando a visitantes y locatarios en incertidumbre. Para muchos, el accidente pone sobre la mesa la necesidad de reforzar protocolos en todos los espacios de gran afluencia pública, sin importar su nivel de exclusividad.