Tener plantas en casa no solo es un detalle estético: también ayuda a crear ambientes más frescos, relajantes y saludables. Algunas especies de interior, además de ser muy resistentes, funcionan como filtros naturales que limpian el aire y reducen contaminantes. Si no eres experto en jardinería, no te preocupes, aquí tienes algunas opciones que no requieren demasiados cuidados y harán de tu hogar un espacio más agradable.
Lengua de suegra (Sansevieria trifasciata)
Es una de las plantas más resistentes y recomendadas para principiantes. Soporta bien la falta de agua, la poca luz y hasta los descuidos. Además, ayuda a filtrar toxinas como el formaldehído y el benceno, presentes en materiales de uso común dentro del hogar.

Palma areca (Dypsis lutescens)
Además de decorar con un toque tropical, la palma areca es un humidificador natural. Ayuda a mantener el aire fresco y es ideal para espacios secos. Solo necesita buena iluminación indirecta y riego moderado.

Potus (Epipremnum aureum)
Famosa por adaptarse casi a cualquier lugar, el potus es perfecto para colgar o dejar trepar en estanterías. Crece rápido, purifica el aire y apenas requiere cuidados: basta con mantener la tierra húmeda y evitar la luz directa.

Lirio de la paz (Spathiphyllum)
Sus hojas verdes y flores blancas lo convierten en una planta elegante y purificadora. Ayuda a eliminar contaminantes como el amoníaco y el tricloroetileno. Solo necesita riego regular y sombra ligera para mantenerse en buen estado.

Helecho de Boston (Nephrolepis exaltata)
Ideal para dar un toque frondoso y fresco, este helecho es muy efectivo como purificador natural. Prefiere ambientes húmedos, por lo que se adapta bien a baños con luz natural.

El plus de tener plantas en casa
Además de mejorar la calidad del aire, estas plantas transmiten calma, reducen el estrés y hacen que cualquier espacio se sienta más acogedor. No necesitas ser experto para cuidarlas: con un poco de agua, luz indirecta y atención ocasional, se mantendrán sanas y aportarán bienestar a tu día a día.