Melania Trump dio la bienvenida a la temporada navideña con un aire de pasarela. Al recibir el abeto oficial de la Casa Blanca, lo hizo enfundada en un exquisito abrigo color marfil de Christian Dior, ceñido a la cintura, y combinó la sobriedad de su prenda con un toque festivo: unos tacones Manolo Blahnik de estampado tartán, en rojo, blanco y verde.

La ceremonia tuvo lugar en la entrada principal de la mansión, mientras un carro tirado por caballos y conducido por hombres vestidos de esmoquin transportaba el abeto. Se trata de un imponente abeto concolor de más de seis metros, proveniente de la granja de la familia Korson en Sidney, Míchigan, elegido como el árbol navideño de este año por la Asociación Nacional de Árboles de Navidad.

Con su atuendo, Melania no solo protegió del frío, sino que también ejerció su estilo clásico: el abrigo de Dior, de lana virgen, presenta líneas limpias, mangas con silueta campana y un largo midi que aporta elegancia. A modo de contraste, los guantes de piel rojos casi granate suman calidez y sofisticación.

Los tacones tartán de Manolo Blahnik son definitivamente el punto más llamativo del look. Según fuentes, el estampado navideño y el diseño en lana elevan el carácter festivo del conjunto. Además, el estilista Hervé Pierre supervisó cada detalle de este conjunto, que alude tanto a tradiciones invernales como a una estética refinada.

En sus primeras palabras durante la recepción del árbol, Melania comentó con sencillez: “Es un árbol bonito”. Luego saludó a los conductores del carruaje y a quienes acompañaban el abeto, con una presencia marcada por la serenidad y una confianza discreta.

Este acto no es solo simbólico. La oficina de la primera dama se encarga oficialmente de las decoraciones navideñas de la Casa Blanca, lo que convierte este momento en su carta de presentación para la temporada festiva.

En definitiva, Melania transformó una tradición presidencial en una escena de pura sofisticación: su look evocó portadas de revista, cada pieza reflejó su estilo personal, y su presencia elevó el recibimiento del árbol navideño a un momento elegante y majestuoso en la Casa Blanca.

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