En el mundo de las invenciones, no todos los héroes usan capa… algunos usan bata de laboratorio y mucha creatividad. Este es el caso de Rayvon Stewart, un joven universitario jamaicano que acaba de poner su nombre en la conversación global gracias a una creación digna de alfombra roja tecnológica: una manija de puerta que se desinfecta sola después de cada uso.
Este invento, que bien podría haber sido el accesorio estrella de cualquier set de película futurista, utiliza luz ultravioleta para eliminar el 99.9% de los patógenos, de manera segura para personas y animales. Su diseño ya está llamando miradas no solo por su funcionalidad, sino por su peculiar tamaño, que parece salido de una producción de ciencia ficción.
Durante su presentación oficial, Alison Drayton, secretaria general adjunta de la Comunidad del Caribe (Caricom), lo describió como un “diseño que salva vidas y se adapta a nuestra realidad”. Y no exagera: la idea promete revolucionar la salud pública mundial, recordándonos lo valiosa que hubiera sido durante los días más críticos de la pandemia de Covid-19.
La inspiración: una tragedia que lo cambió todo
La historia detrás de este invento tiene un origen profundamente emotivo. En 2015, mientras Stewart era voluntario en el Hospital Universitario de las Indias Occidentales, presenció una tragedia: 12 bebés murieron en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales debido a infecciones bacterianas. Este hecho marcó al joven, llevándolo a dedicar años de investigación para crear una herramienta que pudiera frenar la propagación de bacterias en espacios públicos.
Hoy, su manija no solo abre puertas… también abre la esperanza de un futuro más seguro, donde la tecnología y la empatía caminan de la mano.