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Bienestar
29/10/2025

El valor de las lágrimas: por qué llorar también importa

Dejar que las lágrimas fluyan puede aliviar tensiones físicas y emocionales, convirtiéndose en un acto real de autocuidado.

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29/10/2025

El valor de las lágrimas: por qué llorar también importa

Dejar que las lágrimas fluyan puede aliviar tensiones físicas y emocionales, convirtiéndose en un acto real de autocuidado.

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En un entorno que promueve siempre "ser fuerte", controlar lo que sentimos y seguir adelante sin pausa, llorar queda mal visto: una señal de vulnerabilidad. Pero las lágrimas tienen un propósito más profundo: son un recurso tanto físico como emocional para procesar, soltar y conectar. Permitir que broten a veces es abrir un camino hacia la sanación.

Lo que la ciencia ha descubierto

Aunque aún se investiga mucho sobre el llanto, los estudios apuntan a funciones interesantes:

  • Un experimento con 197 jóvenes universitarias evaluó los efectos de llorar tras ver vídeos tristes, y registró la frecuencia cardíaca, la respiración y los niveles de cortisol. Se encontró que quienes lloraron mostraban una estabilización en la respiración, una desaceleración del ritmo cardíaco justo antes del llanto, lo cual sugiere que llorar puede ayudar al cuerpo a volver a un estado de equilibrio biológico.
  • En otro estudio de 96 mujeres en Países Bajos y 196 personas en EE.UU., se comprobó que las lágrimas emocionales aumentan la voluntad de ayuda de las personas que observan a quien llora. Es decir, llorar también funciona como señal social: hace que otros nos vean, se conecten, ofrezcan apoyo.
  • Según reportes de revisión, el llanto puede activar el sistema nervioso parasimpático —el que promueve descanso y recuperación— y liberar hormonas “bienestar” como endorfinas u oxitocina.
  • Por otro lado, una gran encuesta que analizó más de 3,l000 experiencias de llanto indicó que aunque muchas personas mejoran de ánimo tras llorar, alrededor de un tercio no nota cambio y cerca del 10 % se siente peor. Esto sugiere que el contexto importa: qué tan acompañado estás, cuán autorizadas sientes tus lágrimas, y qué las motiva.

¿Entonces qué sucede cuando lloramos?

Cuando permites llorar, estás haciendo varias cosas simultáneas:

  • Identificas que algo te afecta: tristeza, cansancio, convulsión emocional.
  • Tu cuerpo empieza a cambiar: la respiración se regula, el corazón puede desacelerarse, el sistema nervioso modifica su ritmo.
  • Al salir las lágrimas, se activa un mecanismo interno de “descarga” emocional: la tensión baja, puedes sentir un poco de alivio.
  • Y cuando otro te percibe llorando —y responde con empatía— se refuerza la conexión humana, el “no estás sola/o”.

¿Por qué es importante permitirse llorar?

  • Liberación emocional real: a veces estamos tan cargados que no solo la mente está saturada, el cuerpo también. Llorar permite soltar.
  • Autocuidado genuino: cuidarse no siempre significa meditar o hacer yoga; también significa dejar que las emociones se expresen.
  • Conexión auténtica: mostrar lágrimas (cuando estás en un entorno seguro) es invitar a que otro te mire, te acompañe y reconozca tu humanidad.
  • Reequilibrio corporal: no siempre sucede, pero en muchas personas el llanto ayuda al organismo a recobrar su ritmo natural.

Una invitación a respirar y dejar fluir

La próxima vez que sientas ganas de llorar, considera esto:

  • Busca un espacio tranquilo donde puedas estar sin juicios.
  • Respira profundo mientras permites que las lágrimas broten; respira desde el abdomen.
  • Si puedes, permite que alguien de confianza te vea o esté contigo; a veces el acompañamiento cambia todo.
  • Después, date un momento de calma: quizá una caminata suave, un té, dejar que la emoción asiente.
  • Y pregúntate: ¿Qué me estaba diciendo este llanto? A veces las lágrimas dan pistas que la mente no siempre escucha.

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