Monterrey se convirtió en escenario de una experiencia única que fusiona la alta gastronomía con el lujo y el diseño italiano. Los días 18 y 19 de septiembre, el Hotel Safi Metropolitan abrió sus puertas para recibir El Atelier de Ferrari, un encuentro que reunió a chefs de renombre, coctelería de autor y repostería conceptual bajo la inspiración de la icónica marca automotriz.
La velada inició con delicadas degustaciones de Kaviari, acompañadas de cocteles elaborados por BLN Brands y 1000 Shots, concebidos como piezas irrepetibles que evocan la velocidad, precisión y elegancia de Ferrari. Cada detalle, desde los sabores hasta la presentación, buscó despertar los sentidos y anticipar lo que vendría en la cena maridaje.
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El momento central estuvo a cargo del chef Roberto Alcocer, con estrella Michelin, quien presentó un menú de cinco tiempos junto al chef anfitrión Alberto Sentíes, ejecutivo del Hotel Safi Metropolitan. Cada platillo fue un reflejo del lujo en su máxima expresión: créme brûlée de tuétano, carne apache sobre hoja santa, infladita de huitlacoche con trufa y cortes selectos de Canada Beef realzados con ajo negro y escamas de zanahoria. La experiencia se potenció con una cuidadosa selección de vinos Orin Swift, que armonizaron cada creación en un viaje de sabores y aromas.
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Para cerrar la experiencia, el chef chocolatero Iván Puga presentó un bar de repostería inspirado en la línea Ferrari Inédita, donde el chocolate se convirtió en esculturas comestibles como Aqua di Rose y Nero Assoluto, que evocan la innovación y exclusividad de la marca.
El Atelier de Ferrari no solo celebró la combinación de gastronomía y diseño automotriz, sino que también consolidó a Monterrey como un destino gastronómico de prestigio internacional. Gracias a la colaboración con CANIRAC Nuevo León, este evento impulsa el turismo gastronómico y posiciona a la ciudad como epicentro de experiencias de lujo con impacto cultural y social.
Tres momentos —degustaciones, cena maridaje y repostería conceptual— formaron un recorrido sensorial que combinó elegancia, creatividad y sofisticación. En el corazón del Hotel Safi Metropolitan, los asistentes vivieron una experiencia que demuestra que el lujo no solo se observa, sino que también se saborea.