Las fiestas mexicanas no serían lo mismo sin música, baile y, por supuesto, unas copas de más. Pero al día siguiente, la cruda se convierte en la verdadera protagonista. Esa mezcla de dolor de cabeza, resequedad y pesadez pone a prueba hasta al más fiestero. Sin embargo, existen formas de enfrentarla sin culpa y con estilo, porque hasta la resaca merece un toque de espectáculo.
1. El clásico: pozole bien calientito
Un plato de pozole, con su caldito lleno de sabor y sus acompañamientos frescos, se convierte en la salvación inmediata. Rehidrata, repone energías y, de paso, te devuelve el ánimo para seguir con tu día.

2. Electrolitos de colores (y no los que piensas)
Los electrolitos se han vuelto la bebida estrella de la generación fiestera. No solo recuperan sales y minerales, también refrescan y alivian el malestar estomacal. Los favoritos virales son los de sabores frutales, que además de prácticos, quedan muy bien en stories de Instagram.

3. Michelada salvadora
Nada como el remedio “con más de lo mismo”. Una cerveza bien fría con jugo de limón, sal y salsas picantes funciona como un reinicio para el cuerpo. Eso sí, es solo para los valientes que creen en la regla del “curarse con lo que lo provocó”.

4. Jugo verde detox
Para quienes prefieren algo más saludable, el jugo verde con apio, piña, nopal y limón es un shot de vida. Desintoxica y da energía, al mismo tiempo que ayuda a calmar el estómago.

5. Tacos de barbacoa o birria
La joya de cada fin de semana: un par de tacos jugosos de barbacoa o un consomé de birria levantan hasta al más devastado por la fiesta. Es el ritual más mexicano y una tradición que nunca falla.

La cruda es parte del show y cada quien tiene su receta mágica para sobrellevarla. Lo importante es disfrutar la fiesta, descansar lo necesario y recordar que un malestar pasajero no arruina los mejores momentos de celebración.