La presidenta Claudia Sheinbaum decidió subirse al escenario para defender lo que muchos han llamado “la función vacía del año”: la elección judicial del 1 de junio. ¿El detalle? Solo el 13% de los mexicanos se presentó a votar.
Sí, 9 de cada 10 personas prefirieron Netflix, dormir, lavar ropa o cualquier otra actividad antes que decidir quién juzgará al país. Pero para Sheinbaum eso no importa, porque —según sus propias palabras— el evento fue “impresionante, maravilloso, democrático”.
¿Menos es más?
Durante la mañanera, Sheinbaum respondió a las críticas del PAN y PRI que tacharon la elección como “un montaje grotesco” y “despreciado por el pueblo”. La presidenta no se quedó callada y dijo:
“Votaron más personas en la elección judicial que las que votaron por el PRI y PAN en 2024. ¡Tssss!”
Con eso, aplicó el clásico “no ganó mi equipo, pero el tuyo perdió peor” o en este caso "el PRI/PAN robó más".
Pero… ¿de verdad fue tan democrático?
Aunque la presidenta celebró los 13 millones de votos como una muestra inédita de participación, los datos también cuentan otra historia:
- Casillas cerradas o vacías.
- Desinformación sobre los candidatos.
- Una elección histórica… pero por la baja afluencia.
Lo cierto es que el país fue testigo de un proceso inédito, pero también de la falta de conexión entre la ciudadanía y sus jueces. Un proceso que, según sus críticos, quedó lejos de ser un verdadero ejercicio democrático.
El dato irónico
En esta función, más del 85% del público se fue de "pinta", pero eso no detuvo a Sheinbaum de aplaudir de pie la obra. ¿Será que para la democracia mexicana, ya ni hace falta audiencia?